El arquitecto de La Moneda
Joaquín Toesca (1752-1799)
Joaquín Toesca fue una de las personalidades más destacadas del período colonial. Su obra renovó completamente el estilo arquitectónico y los sistemas de construcción que imperaban hasta entonces, dejando tras de sí un gran número de discípulos que difundieron su legado y los conceptos neoclásicos. Su obra más notable, el Palacio de la Moneda, es considerada hoy un símbolo por excelencia de la república chilena.
Nació en Roma en 1752, y se formó desde temprana edad con el arquitecto italiano Francisco Sabatini, seguidor del movimiento neoclásico. Su formación alternó la enseñanza práctica aprendida junto a su maestro con los estudios que realizó en distintas escuelas, como la Real Academia de Barcelona, en la que realizó estudios entre 1767 y 1768, la Academia de San Lucas de Roma, donde estudió entre 1769 y 1773, y la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando en Madrid, en donde permaneció entre 1776 y 1779 mientras ayudaba a Sabatini en las obras que le había encargado a éste el monarca español. En 1779, Toesca viajó a Chile para proyectar y dirigir la construcción de varias obras públicas, a petición del gobernador Agustín de Jáuregui y el arzobispo de Santiago Manuel de Alday y Aspée.
Llegó a Chile en 1780 y se le asignaron dos obras prioritarias: la construcción de la catedral de Santiago, que había sido destruida varias veces en el siglo a causa de los frecuentes sismos y sólo se había reconstruido parcialmente; y el diseño de un edificio que albergara la Casa de Moneda, una de las aspiraciones más sentidas de la elite criolla de la época, que esperaba evitar así la dependencia financiera del Perú. Toesca trabajó pacientemente en ambas obras hasta su muerte en 1799, sin verlas concluidas. El edificio de la Casa de Moneda, una de las construcciones más importantes de la época, fue terminado por uno de sus discípulos y entregado en 1802, pero la catedral esperaría más de tres décadas para terminarse, sin las torres que actualmente posee.
Otras obras emprendidas por el arquitecto italiano fueron el edificio del Cabildo de Santiago frente a la plaza de armas de la ciudad, el que terminó en 1789; la construcción de un nuevo edificio para el hospital San Juan de Dios; y los tajamares del río Mapocho. Esta última obra era de vital importancia para evitar la inundación de Santiago por las aguas del río Mapocho, y fue concluida sólo en 1808, perdurando por más de un siglo.
La obra de Toesca, inscrita en el movimiento neoclásico, formó parte de la política reformista emprendida por los monarcas españoles del siglo XVIII, que buscaban impulsar el progreso de las colonias americanas a través de la construcción de obras públicas y el fomento a la actividad comercial y productiva. La sobriedad del trazado arquitectónico, la solidez y la monumentalidad de las obras construidas por Toesca guardaron para la posteridad el legado de uno de los arquitectos más importantes que haya tenido Chile en toda su historia.
Fuente: BIBLIOTECA NACIONAL DE CHILE. Joaquín Toesca (1752-1799). Memoria Chilena. Disponible en https://www.memoriachilena.gob.cl/602/w3-article-658.html#imagenes . Accedido en 05-02-2025.

